Partit de Vinaròs Independent

Durante las últimas semanas hemos ido desgranando datos relacionados con el proyecto CASTOR sacados de la prensa económica y generalista, del informe del Instituto Geológico hecho público hace unos días, del informe que les facilitó el Ministerio a los Alcaldes que se desplazaron a Madrid el año pasado, y también del informe de la Comisión Nacional de los Mercados y de la Competencia sobre la gestión del gas colchón comprado para los nuevos almacenamientos de Yela y  de Castor.

Nubarrones sobre Castor

Estos datos entrecruzados nos permiten conjeturar que “la rotura de la falla” que cierra el depósito y el consiguiente desencadenamiento de los terremotos sufridos en nuestras comarcas podría haber sido provocada de forma imprudente y temeraria al haberse hecho las operaciones de inyección del gas colchón y las pruebas de los equipos de las plantas terrestre y marina todo a la vez y a plena potencia y sin haber inyectado antes más que una mínima parte del gas colchón necesario para que, al desplazar poco a poco el agua que está en el interior del depósito, actuara como una cámara de expansión amortiguando cualquier efecto indeseado luego durante la inyección y la extracción del gas de trabajo, y que esta decisión podría haber sido tomada imprudentemente con el propósito de no tener que gastar más dinero en comprar más gas para las pruebas, con el objetivo de poner en marcha las plantas y probar la maquinaria sin agravar la complicada situación económica en la que parece que está inmerso el proyecto CASTOR, de manera de poder vender cuanto antes a ENAGAS la mitad de la participación en el proyecto que tiene la constructora de don Florentino Pérez.

De ser así, se habría cruzado por un atajo indebido muy peligroso, echando a perder el proyecto, desencadenando los más de 500 sismos, e incurriendo en un delito ecológico sin precedentes  en nuestro país ocasionado por una imprudencia temeraria cuyos autores tendrían que dar con sus huesos en la cárcel.

Vayamos a los datos.  Primero los económicos.

–       El 67 % de ESCAL-UGS es de la constructora de don Florentino Pérez ACS, y el 33 % de la empresa canadiense que se quedó con la información del antiguo pozo de petróleo que la Shell explotó frente a Vinaròs en la década de los 70 y de los 80.

–       El acuerdo de 1997 para la construcción de CASTOR preveía que tras la puesta en marcha de la planta, ENAGAS adquiriría de ACS la mitad de su participación en ESCAL-UGS que pertenecería desde entonces a los canadienses, a la constructora de don Florentino Pérez y a ENAGAS.

Que, en lo económico, en CASTOR puede que no sea oro todo oro lo que reluce, bien podría ser cierto teniendo en cuenta las siguientes informaciones todas ellas publicadas en prensa:

–       En 2010 Un consorcio de bancos nacionales y extranjeros le dieron a ESCAL un crédito sindicado para la construcción de las plantas de 1285 millones de euros. En verano del 2013, los bancos se retiran y se cobran el crédito con los 1400 millones de euros que ESCAL-UGS saca del mercado colocando una de las primeras emisiones de Bonos Europeos -garantizados con 200 millones por el Banco Europeo de Inversiones- que son adquiridos por inversores particulares.

–       En mayo del 2012 ESCAL-UGS no puede concurrir a la subasta (en algunas noticias se lee que fueron expulsados de la subasta) para adquirir la cantidad de gas colchón necesaria para la puesta en marcha el depósito, por no reunir los requisitos legales que rigen para este tipo de subastas energéticas, y por no aportar un aval de 200 millones de euros. En consecuencia la puesta en marcha se tiene que aplazar casi un año.

–       En mayo del 2013, el Gobierno cambia la Ley que regula las subastas energéticas para permitir que el gas colchón -que se tiene que introducir y mantener de permanente en el interior del almacén submarino- que tenía que comprar ESCAL-UGS, a partir de este cambio legal lo pueda comprar ENAGAS TRANSPORTE liberando a ESCAL de una inversión que quizás ya no podría afrontar.

–       A consecuencia de la paralización del proyecto CASTOR por los terremotos que aún se están produciendo, ENAGAS no le ha comprado a la empresa de don Florentino Perez la mitad de su participación en ESCAL-UGS, quizás por ello, para disponer de la liquidez que ya no le entraría por la operación con ENAGAS, en octubre del 2013 ACS sacó una emisión de bonos convertibles en acciones de Iberdrola por valor de 721 millones de euros, más o menos la misma cantidad que hubiera tenido que percibir de ENAGAS por la venta de la mitad de su participación en ESCAL-UGS.

Y por todo ello la conjetura de que, hasta la paralización de las actividades en las plantas, ACS estaría interesada en acelerar todo lo posible su puesta en marcha con objeto de ingresar una importante inyección de liquidez que necesitaría a ultranza.

Y ahora pasemos a considerar los datos técnicos:

–       Del informe de la CNMC vemos que de los 600 millones de metros cúbicos de gas colchón que en la web de ESCAL-UGS se dice que se habrían tenido que inyectar en el almacén submarino, equivalentes a 7020 GWh (giga watios hora) para hablar en las mismas unidades de las tablas de los informes que citaremos más adelante, para el almacén CASTOR se adquirieron solamente 1543,54 GWh, el 22 % del necesario para poder operar las plantas terrestre y marina.

–       De la web de ESCAL-UGS hemos sacado que la planta puede inyectar a un ritmo máximo de 8 millones de m³ al día equivalentes a 93,6 GWh.

–       En la siguiente tabla sacada del informe de la CNMC y que se corresponde con la del informe que el Ministerio les entregó a los alcaldes en Madrid se reflejan las cantidades de gas colchón inyectado día a día (barras y línea azules) en

comparación con las que se tenía previsto inyectar (barras y líneas verdes). En esta tabla no aparecen las barras de las inyecciones diarias realizadas durante la segunda quincena de junio del 2013 ni tampoco las de agosto del mismo mes.

–       En la tabla de a continuación, que es la que figura en el informe del Ministerio entregado a los alcaldes, sí que aparecen las barras correspondientes a las inyecciones de gas colchón en junio y en agosto, y en ella vemos que del 15 al 29 de Junio del 2013 se

Tabla del ministerio

inyectan un total de 160 GWh que es más que los 24 GWh en los que comienza la curva de la tabla anterior (quizás sea un error o puede también que se ha inyectado antes una pequeña cantidad de gas comprado en otra operación anterior) con una punta máxima de 27 GWh  y un promedio de unos 10 GWh por día. Con esta velocidad de introducción durante la inyección, ni en las semanas posteriores, el Instituto Geológico Nacional no registró el más mínimo sismo, lo cual hace suponer que a esta velocidad de inyección el gas iría desplazando el agua poco a poco haciéndola salir por allí mismo por donde se coló hace veinte años cuando se extrajo el petróleo y ocupó su lugar, por la parte más profunda del cierre del almacén.

–       En esta misma tabla vemos que la segunda quincena de agosto del 2013  (del 18 al 22) vuelve a inyectarse otra carga de unos 160 GWh de gas colchón durante cinco días con una punta máxima de 38 GWh y unos 32 GWh de promedio diario, al doble de velocidad que en la primera carga, sin que tampoco se produzcan temblores, incluso durante las dos semanas siguientes.

–       Continuando ahora en cualquiera de las dos tablas que ya recogen la misma información, otra fase de inyección de gas comienza a partir del 1 de septiembre con una velocidad de inyección durante los primeros tres días similar a la de la anterior carga, pero a partir del cuarto día – el 5 de septiembre – la velocidad de inyección se incrementa a más del doble, hasta un promedio de 80 GWh diarios, con puntas de hasta los 94 GWh, justo la cantidad máxima equivalente a los 8 millones de metros cúbicos que es la capacidad máxima de inyección de las plantas según lo que se dice en la página web de ESCAL-UGS, lo cual significaría que, aprovechando la inyección del gas colchón, habrían hecho las pruebas de la maquinaria al 100 % de su potencia, para poder certificar que las plantas funcionaban correctamente, una condición imprescindible para poder proceder a la venta a ENAGAS de la mitad de la participación de ACS en ESCAL-UGS.

–       El mismo día 5 de septiembre a las ocho y cinco de la tarde se registra el primer terremoto de magnitud 1,1 y luego ininterrumpidamente los más de 500 terremotos siguientes registrados, el último el pasado día 10 en Peñíscola, nueve meses después de haberse paralizado las operaciones de inyección.

Castor antes de la inyección

Los datos económicos y técnicos anteriormente descritos nos permiten deducir una serie de conclusiones posibles algunas de las cuales ya han comenzado a circular recientemente por algunos medios.

La necesidad económica de la empresa promotora puede que haya primado sobre la necesidad de cumplir los requisitos de seguridad fijados inicialmente por los técnicos, inyectando gas al máximo de velocidad en el almacén para probar la maquinaria cuando en su interior sólo se había introducido el 5 % del total de gas colchón previsto, encargado de amortiguar los efectos de la inyección, es decir a falta del 95 % del gas colchón y por lo tanto con el almacén lleno de agua en esta misma proporción.

Sin este colchón amortiguador, ante un aforamiento de gas tan grande, el agua – que no el gas que afortunadamente parece que continúa todo dentro del almacén – se habría escapado por la parte baja de la cúpula que cierra el almacenamiento, moviendo una falla secundaria hasta entonces desconocida; lo que no deja de resultar extraño teniendo en cuenta la gran cantidad de información de la que se disponía procedente de los datos de explotación del pozo de petróleo de la Shell, con lo cual casi cabría pensar que esta nueva falla no estuviera oculta sino que se acabara de crear por una fractura en la base del almacén originada por la imprudencia de haber inyectado gas a toda máquina sin haber esperado que el almacén contuviera el 95 % del gas colchón amortiguador que faltaba por introducir.

¿Tendremos que recordar qué era lo que se utilizaba en las minas romanas en lugar de la dinamita? Basta ir a la web las Médulas del Bierzo siguiendo este enlace para saber que los romanos excavaban túneles en la parte baja de las laderas, les taponaban las entradas, los comunicaban con un embalse de agua a un centenar de metros por encima, soltaban el agua de golpe cayendo a toda velocidad por los túneles y cuando se encontraba con el taponamiento aguas abajo, la presión y el impacto del agua hacían que la ladera se fracturase y saltase por los aires como ahora con una carga de dinamita.

En el almacén de CASTOR es posible que haya pasado lo mismo, incluso puede también que el almacenamiento no “estuviese roto” por una falla desconocida sino que lo “hayan roto” al realizar lo que para nosotros sería una imprudencia temeraria y un delito ecológico sin parangón en España, por el riesgo a que hemos estado sometidos y que ojalá que ya no pase de aquí. Por lo tanto, ante la dificultad en valorar el alcance de lo dañado y por tanto ante la imposibilidad de garantizar la ausencia de nuevos movimientos o incluso de una catástrofe caso de volverse a poner en marcha, la postura de nuestro partido es la de cerrar y desmantelar todas las instalaciones desde ya.

El adiós al Castor

De confirmarse la imprudencia temeraria y el delito ecológico, sus eventuales responsables no deberían salirse de rositas porque según la premisa de “el que rompe paga” tendrían que ser ellos quienes deberían correr la indemnización y con los costos de desmantelamiento, salvo que la orden de inyectar a toda máquina  con sólo el 5 % de gas colchón dentro del almacén la diera el Ministerio o diera su conformidad. Salvo eso, el “papá” Estado – o sea los ciudadanos que consumamos gas– no tenemos el porqué pagar por las imprudencias de otros. Un costo que, para cubrirlo, el Estado no tendría suficiente con la venta del 49 % de la propiedad de los aeropuertos de AENA que va a vender; no le llegaría, tendría que vender el 100 %.

Aquí alguien ha hecho algo que no debería haber hecho y por lo tanto tienen que haber responsables de este disloque con nombres y apellidos. Es un fiasco tan enorme que la Fiscalía competente tendría que tomar cartas en el asunto, identificar a los responsables de este atropello, y ponerlos a todos a buen recaudo.